lunes, 27 de mayo de 2013

Soto Rojas: El chavismo tiene la opción de barrer en próximos comicios municipales

Vaticina combate cuerpo a cuerpo en el que se verá “quién es quién”


El dirigente y diputado pesuvista considera que la oposición ha tomado un camino peligroso al verse dominada por la corriente fascista y de ultraderecha. El triunfo de Nicolás Maduro representa una victoria histórica, sostiene
Para el diputado bolivariano Fernando Soto Rojas, el discurso mediático de la derecha venezolana -que repite que el país se está hundiendo- se desmorona al ser sometido al análisis y al desmenuzar el momento y la coyuntura política.
Considera que la perorata opositora no se fundamenta en la realidad; de allí su debilidad. Argumenta que si tuviera asidero real “ya nos hubiesen peinado electoralmente en los 18 procesos electorales”.
Afirma el dirigente pesuvista que el chavismo viene de tres procesos electorales victoriosos: el del 7 de octubre, que ratificó el liderazgo del comandante Chávez; el del 16 de diciembre, en el que el chavismo le puso la mano a 20 gobernaciones; y el del 14 de abril, cuando la mayoría del pueblo venezolano eligió presidente a Nicolás Maduro.
Soto, en una especie de reto, señala: “Vamos a un cuarto combate con la renovación de los alcaldes y de los Concejos Municipales. Vamos a ver quién es quién y  vamos a ver si es verdad que ellos van a dominar los principales centros políticos del país. Nos estamos preparando y el combate será cuerpo a cuerpo”.
Sustenta que el movimiento bolivariano barrerá en todas las alcaldías del país si se eligen candidatas y candidatos que representen genuinamente el liderazgo de su comunidad y que sean legítimos luchadores populares. A esta condición se debe añadir la articulación de una conveniente táctica revolucionaria que, a su juicio, tiene tres elementos: la lucha del pueblo, la propaganda y la información y las maniobras y las consignas.
“Ahora, si ponemos bates quebrados, de gente que no representa el sentir del pueblo, bueno, nadie vota por bates quebrados ni por tipos cuestionados. Tienen que ser legítimos luchadores populares, que representan la historia de esta Revolución; que tengan cultura política, que tengan liderazgo, que tengan sabiduría y que estén organizados y articulados democráticamente”, señala.

DILEMA OPOSITOR

Interrogado acerca de si a la dirigencia opositora le importa un comino la veracidad de su propio discurso, Soto Rojas sostiene que la derecha venezolana afronta un dilema crucial, ya que no tiene un programa estratégico, nacional y alternativo al proyecto bolivariano.
“Es un proyecto de factura norteamericana”, admite, “con una serie de lineamientos que aprobaron el 23 de enero de 2012 y que lo engavetaron. Ese es el verdadero proyecto. Está escrito. Son 168 páginas. No lo pueden sacar porque ya fracasó aquí hace 25 años con Carlos Andrés Pérez y está fracasando en Europa y en los principales centros del capitalismo mundial.De tal manera que en el combate en las localidades y ciudades por renovar las autoridades municipales tiene que haber propuestas concretas. Nosotros tenemos el programa de la patria con sus cinco objetivos históricos, sus 23 objetivos nacionales, sus 100 objetivos estratégicos y los 321 objetivos de carácter general.  ¿Qué tenemos que hacer ahora? Los diagnósticos y las propuestas concretas, y luego escoger los candidatos que expresen ese programa”.

-¿En qué cree usted que anda la oposición?

-La oposición es heterogénea, pero hay un problema muy serio, ya que han tomado la iniciativa, en el direccionar político, los sectores fascistas y la ultraderecha con Primero Justicia al frente; eso es muy peligroso, porque esa gente lo que plantea es el fascismo. Con ellos no puede haber diálogo.  Con ellos va ver una confrontación permanente hasta que los agotemos y que nuestro pueblo tome conciencia de que esos sectores de la oposición en el pasado fueron nefastos y fueron una experiencia delictiva caracterizada  por la corrupción, la represión, la masacre, las muertes, todas esas cosas que repitieron el 14 de abril. Tuvimos 9 muertos, más de 100 heridos. Hasta ahora los muertos los está poniendo el pueblo. No puede haber impunidad.

-¿A que atribuye usted el aumento de votos de la oposición? ¿Al saboteo eléctrico, la escasez de alimentos?

-Hay varios factores de carácter interno y externo. Nosotros fuimos sometidos a una dictadura mediática nacional y mundial, cuadrada toda con Henrique Capriles. Segundo, los problemas de servicios públicos, la electricidad, etcétera, y luego, la muerte de Chávez. Chávez era un gigante que había vencido en 15 batallas electorales. A Nicolás Maduro le tocó librar una batalla electoral dentro de un tiempo relativamente muy corto, de 10 días, pero después de esa batalla, el hombre no ha descansado día y noche, con los gabinetes de calle. Eso va a tener un resultado político en términos inmediatos que lo vamos a ver en las elecciones municipales. Ahí nos vamos a medir otra vez y veremos quién es mayoría y quién es minoría en este país.

LA VICTORIA DE MADURO

Apoyado en consideraciones históricas, Soto Rojas se permite delinear un antes y un después de la llegada de Hugo Rafael Chávez Frías al poder. Refiere que el Comandante triunfó en las elecciones de diciembre de 1998 y, al llegar al Palacio de Miraflores, capturó una cabeza de playa del viejo Estado que viene desde la Colonia, con la Capitanía General de Venezuela que data de 1777, continúa con la Guerra de Independencia y prosigue con José Antonio Páez hasta el siglo XX.
“Entonces”, expresa, “el hecho político de haber llegado a Miraflores el comandante Chávez con el apoyo popular ya es un acontecimiento importante. Hasta ese momento ningún revolucionario que hubiera levantado las banderas históricas de la liberación nacional, y posteriormente del socialismo, como lo hizo Chávez, había llegado hasta la Presidencia de la República. Se inicia a partir de allí un proceso de democratización que tenía como fin ir a un proceso constituyente, porque no teníamos  programa. Teníamos el liderazgo de Chávez pero carecíamos de programa, que era lo que él había ofrecido. Y fuimos a ese proceso constituyente en 1999 sobre la base de un referéndum y aprobamos el  texto constitucional, el programa, que había quedado inconcluso y lo habíamos perdido en 1830 con la muerte de El Libertador; el asesinato de Sucre, de Zamora posteriormente, y la iniciativa la toma la oligarquía y los mantuanos”.
El expresidente de la Asamblea Nacional estima que el proceso constituyente permitió dotar a la Revolución de un programa de lucha cuyo fin estratégico es construir la República Bolivariana de Venezuela, mediante los postulados de una sociedad justa, amante de la paz, sobre la base de un nuevo modelo socioproductivo que permita combinar la propiedad comunal, la propiedad estatal y la propiedad privada, y que ataque el latifundio en el campo y combata el monopolio en la industria. Todo ello, dentro de un nuevo Estado democrático y social de justicia y de derecho. “Y la metodología para lograr eso es la educación y el trabajo. Es eso, en esencia, lo que aprobamos en 1999 y es lo que está en el texto constitucional, más allá del articulado, los principios”.
Quince años después Rojas considera que se ha avanzado sustancialmente, ya que de alguna manera el proceso bolivariano ha incentivado los cambios y transformaciones en América Latina, de allí la trascendencia de la Celac, la entrada de Venezuela al Mercosur. En el plano interno valora el rol de las misiones sociales que han permitido combatir la pobreza y otorgar beneficios a millones de venezolanos favoreciendo su inclusión. Por otro lado está la importancia de que Pdvsa y las industrias básicas estén en manos del Estado y lo que ha significado la transformación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en contraste con su papel represor del pasado.
Indica que, tras la pérdida física del comandante Chávez, quedó su legado histórico, que habrá que sistematizarlo de manera de sacarle provecho.
“Pero, más allá de eso, hay un hecho político significativo que es lo del 14 de abril: por primera vez en la historia cuando muere un líder de la talla de Chávez y da una orientación, el pueblo cumple esa orientación y elige a Nicolás Maduro como hijo del comandante Chávez para seguir  impulsando, defendiendo y desarrollando la Revolución Bolivariana. De manera que este es un hecho significativo; por eso es que el triunfo de Nicolás Maduro y del pueblo venezolano es una victoria histórica, porque rompe con toda la tradición de la lucha por la soberanía desde Guaicaipuro hasta ahora. Y es una victoria política importante, más allá de lo cuantitativo, porque significa que esos 7,5 millones de venezolanos están, en lo fundamental , comprometidos con el programa de la patria y sus cinco objetivos históricos.

-¿Están “resteados”?

-Resteados. Ahora, esto es una lucha larga, prolongada, entre  la oligarquía y el imperialismo contra el pueblo venezolano, los pueblos de la región y los pueblos del mundo. ¿Quién vence a quién: el imperialismo o los pueblos del mundo? Esa es la lucha.  Es una lucha prolongada porque la correlación de fuerzas, desde el punto de vista global, les favorece a ellos. Es una lucha de carácter ideológico, de carácter político, de carácter histórico y muy concreto. Hoy día venimos saliendo de lo electoral, porque con las auditorías se demuestra que los resultados coinciden plenamente con lo anunciado por Tibisay Lucena el 14 de abril. Ellos trataron de sacarle punta a eso, pero eso ya se está agotando. Hoy la lucha fundamental es de carácter económico, que tiene diversas fases: la especulativa, la de la escasez y el desabastecimiento; todavía tenemos un modelo rentista minero-petrolero que todavía no hemos podido romper.

SOLITOS CONTRA EL MUNDO

Soto, al revisar lo hecho en el plano económico y social en estos 14 años, destaca la democratización de la renta petrolera mediante la inversión de 500 mil millones de dólares dirigidos principalmente a beneficiar al pueblo, la creación de 29 misiones, la infraestructura material y técnica, la construcción de un sistema ferroviario.
Destaca los acuerdos firmados con la República Popular China y la creación del fondo de 30 mil millones de dólares que se ha pagado religiosamente con petróleo. Menciona, dentro del reciente balance anunciado por Pdvsa, el plan petrolero 2013-2019, en el que se invertirán 300 mil millones de dólares. Adicionalmente se entrega casa al pueblo con la Gran Misión Vivienda Venezuela.
Esto indica “que el país funciona normalmente. Tuvimos una trifulca en la Asamblea Nacional, pero ya las comisiones se reunieron”. Hay un conjunto importante “de ocho proyectos de leyes que ya  pasaron por las comisiones y tienen que ir a plenaria, y hay un conjunto de créditos adicionales a los cuales hay que darles ejecución inmediata”.
Cree que al imperialismo estadounidense le queda poco, por la aparición de nuevos bloques de poder.
“De tal manera que el mundo del siglo XXI es el mundo multicentro; no va  va a haber la unipolaridad yanqui. Esa quedó rota. La Revolución Bolivariana contribuyó, con el liderazgo de Chávez, a romper la unipolaridad yanqui, por eso es que no nos perdonan y por eso es que son el único país del mundo que no reconoce la legitimidad del presidente Nicolás Maduro”, refirió. Ellos y la MUD “son lo que están en eso, pero les va a pasar lo que les ha pasado con el bloqueo a Cuba, lo que está pasando con los palestinos: se quedan solo en las votaciones de la ONU”.

SOTO ROJAS: DERROTAREMOS AL IMPERIO YANQUI

“Hoy día Chávez es mucho más peligroso que antes”

-¿Usted no cree que esta Revolución ha derrotado a los medios de comunicación de la derecha y todavía no se ha enterado?

-El 14 de abril los derrotamos plenamente, pero no es suficiente. Nosotros tenemos que agotar ideológica, política e históricamente a esta oposición, y avanzar en la unificación programática de todo el pueblo venezolano. Hay que sacar el debate de lo candidatural y llevarlo a lo concreto, lo real. Y lo concreto, lo real, es el programa.
Cuando llevas el debate al programa, ellos quedan desarmados políticamente, que es lo que ha pasado en la Comisión de Energía y Petróleo de la Asamblea Nacional. Yo los llevó a discutir la historia de la política petrolera. Los pongo a discutir con Juan Pablo Pérez Alfonzo, con Bolívar, e incluso con Rómulo Betancourt, que escribió Venezuela Política y Petróleo.
Entonces, ¿quienes se han desviado del rumbo? ¿Ellos o nosotros? Sin duda, ellos.  Lo que unifica a todo el pueblo es el debate sobre el programa, el debate de la ideas, que es la fuerza fundamental de toda revolución. Por eso Pío Tamayo, fundador del socialismo venezolano, nos decía hace más de 80 años que tenemos que trabajar con la libertad, con la ciencia, con el arte y con la belleza. Con esos los vamos a derrotar.

-¿Cree usted cree que un canal de televisión con 2% de audiencia tiene un peso específico en el debate político?.

-Tenemos que valorar las cosas en su justa dimensión. Ellos tienen un peso político en la situación venezolana que se refleja electoralmente. Ahora, la masa opositora no está organizada, no es una expresión orgánica de un liderazgo de la oposición. Ahí hay mucho de odio, de intolerancia, de descontento y de las propias limitaciones que tiene el  movimiento bolivariano que no ha caracterizado objetivamente a la oposición. En el Parlamento hay seis grupos de la oposición y eso tiene que ser por alguna razón.

-¿Los une el odio a Chávez?

-El odio a Chávez es lo que los mueve, pero Chávez salió de la presencia física y se impuso en el plano de la historia y de las ideas. Y hoy día Chávez es mucho más peligroso que antes. Se demostró en los funerales a los que vinieron delegaciones todos los países del mundo y no le quedó a la oposición sino reconocer su liderazgo. Ya a Chávez no lo pueden atacar hoy, como no pueden atacar a la Constitución de 1999. ¿Por qué no queman la Constitución de 1999? Porque ya quedó sembrada en el pueblo. Entonces tenemos que ir sembrando eso, para que queden solitos, como quedaron una vez Emparan en 1810 y el rey Fernando VII. ¿Quién se acuerda de Fernando VII, dime tú?

-Nadie.

-Nadie, pero era un poder hace 200 años. El movimiento  patriótico desde Guaicaipuro a Bolívar lo desterró la historia. A nosotros nos toca hacer lo que hizo el mariscal Sucre  en 1824, un 9 de diciembre en la planicie de Ayacucho: mandar al basurero de la historia a la oligarquía venezolana, a todas las oligarquías de América latina y del mundo y al imperialismo yanqui. Esa es una lucha global; por eso digo que es una lucha prolongada. Por eso tenemos fe y esperanza en que los hijos e hijas de Bolívar reescribiremos la historia del siglo XXI enfrentando y derrotando al imperialismo yanqui, no solamente en la tierra de Bolívar sino en todos los espacios del mundo.

LA HISTORIA LOS CONDENA

Fernando Soto Rojas estima que la historia tarda en desentrañar las incógnitas, pero cuando habla emerge la verdad y la verdad, como decía Antonio Gramsci, es revolucionaria. De allí que la derecha política le tema a la verdad.
Considera que si el partido Primero Justicia revisara su historia se encontraría con el golpe de Estado de abril del año 2002 y con su candidato subiendo una escalera para entrar a una embajada. Y si los adecos examinan su historial se van a encontrar con la consigna de una “Venezuela libre y de los venezolanos”  que finalmente abandonaron, mientras que los copeyanos, en su balance, encontrarán que en 1946 ofrecieron una sociedad del bien común y hoy apoyan un programa neoliberal encarnado en la MUD.
“Entonces la historia los condena. Nosotros no le tememos ni a la historia, ni a la ciencia, ni al arte, ni  a la belleza, ni a la libertad, ni a la democracia. Esos son valores del pueblo”, dice.

EL SOPLO SUAVE Y APACIBLE DEL AMOR

-La oposición evade el bulto al decir: “queremos más futuro que pasado”.
-Por eso Jean Paul Sartre decía, 50 años atrás, que la izquierda era el futuro, pero tenía que debatir, para ir desentrañando el papel del presente y el futuro, en tanto que la derecha se sostiene en la fuerza de la costumbre; no tiene que pensarlo. Cualquier candidato que ponga la oposición en esta circunstancia de hoy, tiene cuatro, cinco, seis millones de votos. Cualquiera. Porque votan maquinalmente, sin pensamiento, sin debate, y ese es el fascismo.
Esa gente que salió a quemar CDI, a matar a compañeros de su propio pueblo, eso es una cosa absurda. Los movía el odio. Frente a eso tenemos que levantar la bandera del amor, de la libertad, de ese soplo suave y apacible que es el amor, que es lo que une a todos los seres humanos. Es como un hálito. Un hálito es como un soplo suave y apacible. Ese es el amor.  ¿Usted se ha enamorado? Cuando se lo dices con un vistazo a una mujer (Soto mueve los ojos hacia los lados), ella te comprende, porque están unidos sobre la base del amor. Tenemos que unirnos a este pueblo, como nos unió Chávez. La izquierda no se pudo unir en el siglo XX. ¿Quién la unió? El legado histórico del  comandante Chávez y su conducta ético-moral.

-¿Usted sigue siendo el mismo que salió de Altagracia de Orituco?

-Soy  el mismo de siempre, pero con unos años más y con más experiencia. Quisiera de repente, haciendo política de ficción, tener 30, 40 años, pero la experiencia del pasado no la cambio por otra. Si volviera a nacer, creo que volviera a hacer lo que siempre he sido: un guerrillero de toda la vida. Transitoriamente soy un diputado. Uno nunca olvida su terruño.
Texto/ Manuel Abrizo
Foto/ Loel Henríquez
Caracas

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