miércoles, 29 de mayo de 2013

LAS VERDADES Y MENTIRAS SOBRE LA SALIDA DE KIKO BAUTISTA DE GLOBOVISIÓN



El derechista Kiko Bautista contó sobre su despido de Globovisión: “Me dijeron que estoy botado por contradecir la línea editorial del canal y que quien tomaba decisiones ahora era Juan José Cordero”.

Tras una serie de rumores y mensajes en Twitter sobre el despido del periodista derechista Francisco “Kico” Bautista del canal privado Globovisión, este lunes el mismísimo personaje decidió aclarar el panorama, y ofreció declaraciones desde su casa en Caracas.

Bautista explicó que fue “botado de Globovisión por ser solidario con Ismael García y Henrique Capriles Radonski. ¿Te imaginas? Por ser solidario con alguien te botan en tu lugar de trabajo”. Recordemos que el primero fue también despedido de este canal hace pocos días, y al segundo, se le han limitado las coberturas a sus eventos políticos, todo ello debido a las nuevas directrices del canal que, aparentemente, quiere dar una apariencia ecuánime, alejado del radicalismo opositor que lo caracterizó durante todos estos años.

Según él, la nueva directiva de Globovisión “llegó a acabar con el canal y está a la orden del gobierno. Están actuando así después de la reunión con Maduro. Ellos piensan que el canal fue un partido político”. Como siempre, para opositores como Kico, todo es culpa del gobierno nacional, incluso las decisiones que tomen los empresarios privados, a los que no se les puede calificar de chavistas, que compraron el canal.

Asimismo, detalló que este viernes recibió una llamada del encargado del control de los programas del canal, quien le informó que “estaba fuera por contradecir la línea editorial del canal y que quien tomaba decisiones ahora, era Juan José Cordero”.

Acotó que “me dijeron que estoy botado”, y contó que posteriormente llamó a Leopoldo Castillo, miembro de la directiva, quien “me preguntó si quería quedarme en Globovisión, y le dije que me siento profundamente agradecido, pero no voy a permitir una línea editorial que va en contra de la gente”.

“Me siento feliz, satisfecho con mi posición. He vivido la vida apegado a los principios y no puedo traicionar el código de ética del periodista. Ellos llegaron ofreciéndoles villas y castillos a los trabajadores de Globovisión, incremento de sueldo, mejoras en los beneficios. Quiero que la gente sepa que yo no me doblegué ni cambié, no nos habían dicho que había una nueva línea editorial”, puntualizó Bautista, que se contradice puesto que el siempre ha defendido a capa y espada la propiedad privada por encima de las leyes del trabajo, y ahora no acepta que los dueños del canal lo despidan. Lo que falta es que Bautista, después de tanto criticar la ley del trabajo promulgada por el gobierno revolucionario, haga uso de los derechos que están contemplados en ella para defenderse en contra de quienes consideró por tanto tiempo sus aliados.

Igualmente, resulta paradójico que Bautista hable del código de ética del periodista, puesto que nunca lo respetó, ya que tanto él como su programa se prestaron siempre para la difamación, la descalificación y los planes desestabilizadores de la oposición venezolana. El periodista opositor quiere hacer ver que Globovisión era un canal independiente, equitativo, a pesar de ser cómplice directo de la oposición en el golpe de Estado de 2002, y una trinchera propagandística de la oligarquía venezolana e internacional opuesta al proceso de cambios impulsado por el Comandante Chávez, cuestión comprobable por cualquiera que analice su programación. Recordemos que el ex presidente de Globovisión y prófugo de la justicia venezolana, Guillermo Zuloaga, admitió abiertamente que el canal era “enemigo del gobierno”.

Como explicó hace unos meses, el comunicador y presidente de Periodistas por la verdad, Marco Hernández, sobre la venta de Globovisión: “Ante la cercanía del fin de su concesión, sabiendo que su comportamiento violatorio de la ética, la verdad y las leyes no es merecedor de una renovación de ella, ponen en venta el canal porque éste no tiene ningún valor sin la concesión que les da el Estado”.

“Lo que sucede es que los dueños del canal, representantes, por lo demás, de la burguesía parasitaria de Venezuela, sólo piensan en sus propios intereses como capitalistas que son y no en los periodistas” que se han prestado alegremente a ello, explicó. Estas declaraciones se han convertido en realidad ahora, cuando el canal privado ha eliminado de su pantalla a aquellos comunicadores o políticos que representan el radicalismo opositor, sin derecho a pataleo, para obtener la concesión que tanto ansían y seguir con sus negocios, porque para ellos, ante todo, está el dinero. Así pagan a los capitalistas a los periodistas palangristas.

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