sábado, 28 de septiembre de 2013

Gliptocoro, el antropólogo invisible ¡Mucho gusto, amistades! Me llamo Glipto- delgado: arcos y flechas y las lanzaban contra coro, pertenezco a una familia de animales de animales que corrían y volaban. Este tipo de apellido Gliptodonte, que vivió en Venezuela cazadores los hubo en casi todo el país, porque junto con nuestros parientes de apellido Mas- además de los antiguos cazadores de gigantes todonte. No se asusten si les digo que somos habían llegado nuevos pobladores que cazaban gigantes, mucho más grandes que un elefante, y también pescaban en los ríos. e igual que ellos somos vegetarianos, por eso Además, me complace decirles que a partir hace miles de años mis parientes se queda- del año 7 mil a.C. hubo a la orilla del mar ron a vivir en tierras que ahora son del estado pobladores que sacaban caracoles de distinto Falcón, donde encontraron bosques con fron- tipo, para comerse su nutritiva carne. Como dosos árboles de hojas siempre verdes, con esos animales tienen el cuerpo cubierto tallos frescos y sabrosos. con una concha, los científicos han llamado Allá entre los años 12 mil y 10 mil a.C. “concheros” a esos habitantes que hubo en empezaron a llegar a ese lugar unos seres nuestras costas y en casi toda Latinoamérica. que, según decían mis abuelos, eran chiquitos: Fue muchísimo tiempo después, cuando hombres y mujeres que empezaron a caminar por ahí y a treparse en los árboles. He sabido que los pobladores descubrieron que al sembrar ésos fueron los primeros pobladores humanos estacas de la mata de yuca, semillas de maíz que tuvo Venezuela. Ellos aprendieron a cazar y de otros frutos que recolectaban, nacían las los animales gigantescos que había en el lugar plantas y podían producir alimentos; entonces para comerse su carne: muchos gliptodontes se convirtieron en agricultores. Algunos con una parientes míos, murieron en manos de hordas agricultura rudimentaria y otros con mejores humanas que necesitaban comerse su carne. técnicas, pero todos conuqueros. Pero al pasar el tiempo cambió el clima. Poco a poco se secaron los árboles, entonces los gliptodontes no encontraron suficientes vegetales para alimentarse y murieron. Yo me salvé porque me metí dentro de la imaginación de un ser humano que escribió esto que están leyendo. Como a esa persona le gustaba leer libros de antropología, arqueología y de otras ciencias interesantes, yo me aficioné a la lectura y me convertí en antropólogo. Yo, como antropólogo imaginario e invisible, puedo decirles que aquellos cazadores de gigantes tuvieron que abandonar el lugar cuando desaparecieron mis parientes. Se fueron a caminar por distintos lugares y aprendieron a cazar animales más pequeños y muy veloces: fabricaron armas livianas con piedras talladas que amarraban a un palo

Gliptocoro, el antropólogo invisible
  ¡Mucho gusto, amistades! Me llamo Glipto-        delgado: arcos y flechas y las lanzaban contra
coro, pertenezco a una familia de animales de      animales que corrían y volaban. Este tipo de
apellido Gliptodonte, que vivió en Venezuela       cazadores los hubo en casi todo el país, porque
junto con nuestros parientes de apellido Mas-      además de los antiguos cazadores de gigantes
todonte. No se asusten si les digo que somos       habían llegado nuevos pobladores que cazaban
gigantes, mucho más grandes que un elefante,       y también pescaban en los ríos.
e igual que ellos somos vegetarianos, por eso
                                                     Además, me complace decirles que a partir
hace miles de años mis parientes se queda-
                                                   del año 7 mil a.C. hubo a la orilla del mar
ron a vivir en tierras que ahora son del estado
                                                   pobladores que sacaban caracoles de distinto
Falcón, donde encontraron bosques con fron-
                                                   tipo, para comerse su nutritiva carne. Como
dosos árboles de hojas siempre verdes, con
                                                   esos animales tienen el cuerpo cubierto
tallos frescos y sabrosos.
                                                   con una concha, los científicos han llamado
  Allá entre los años 12 mil y 10 mil a.C. “concheros” a esos habitantes que hubo en
empezaron a llegar a ese lugar unos seres nuestras costas y en casi toda Latinoamérica.
que, según decían mis abuelos, eran chiquitos:
                                                     Fue muchísimo tiempo después, cuando
hombres y mujeres que empezaron a caminar
por ahí y a treparse en los árboles. He sabido que los pobladores descubrieron que al sembrar
ésos fueron los primeros pobladores humanos estacas de la mata de yuca, semillas de maíz
que tuvo Venezuela. Ellos aprendieron a cazar y de otros frutos que recolectaban, nacían las
los animales gigantescos que había en el lugar plantas y podían producir alimentos; entonces
para comerse su carne: muchos gliptodontes se convirtieron en agricultores. Algunos con una
parientes míos, murieron en manos de hordas agricultura rudimentaria y otros con mejores
humanas que necesitaban comerse su carne. técnicas, pero todos conuqueros.
  Pero al pasar el tiempo cambió el clima.
Poco a poco se secaron los árboles, entonces
los gliptodontes no encontraron suficientes
vegetales para alimentarse y murieron. Yo me
salvé porque me metí dentro de la imaginación
de un ser humano que escribió esto que están
leyendo. Como a esa persona le gustaba leer
libros de antropología, arqueología y de otras
ciencias interesantes, yo me aficioné a la
lectura y me convertí en antropólogo.
  Yo, como antropólogo imaginario e invisible,
puedo decirles que aquellos cazadores de
gigantes tuvieron que abandonar el lugar
cuando desaparecieron mis parientes. Se
fueron a caminar por distintos lugares y
aprendieron a cazar animales más pequeños
y muy veloces: fabricaron armas livianas con
piedras talladas que amarraban a un palo

¡Mucho gusto, amistades! Me llamo Glipto- delgado: arcos y flechas y las lanzaban contra
coro, pertenezco a una familia de animales de animales que corrían y volaban. Este tipo de
apellido Gliptodonte, que vivió en Venezuela cazadores los hubo en casi todo el país, porque
junto con nuestros parientes de apellido Mas- además de los antiguos cazadores de gigantes
todonte. No se asusten si les digo que somos habían llegado nuevos pobladores que cazaban
gigantes, mucho más grandes que un elefante, y también pescaban en los ríos.
e igual que ellos somos vegetarianos, por eso
Además, me complace decirles que a partir
hace miles de años mis parientes se queda-
del año 7 mil a.C. hubo a la orilla del mar
ron a vivir en tierras que ahora son del estado
pobladores que sacaban caracoles de distinto
Falcón, donde encontraron bosques con fron-
tipo, para comerse su nutritiva carne. Como
dosos árboles de hojas siempre verdes, con
esos animales tienen el cuerpo cubierto
tallos frescos y sabrosos.
con una concha, los científicos han llamado
Allá entre los años 12 mil y 10 mil a.C. “concheros” a esos habitantes que hubo en
empezaron a llegar a ese lugar unos seres nuestras costas y en casi toda Latinoamérica.
que, según decían mis abuelos, eran chiquitos:
Fue muchísimo tiempo después, cuando
hombres y mujeres que empezaron a caminar
por ahí y a treparse en los árboles. He sabido que los pobladores descubrieron que al sembrar
ésos fueron los primeros pobladores humanos estacas de la mata de yuca, semillas de maíz
que tuvo Venezuela. Ellos aprendieron a cazar y de otros frutos que recolectaban, nacían las
los animales gigantescos que había en el lugar plantas y podían producir alimentos; entonces
para comerse su carne: muchos gliptodontes se convirtieron en agricultores. Algunos con una
parientes míos, murieron en manos de hordas agricultura rudimentaria y otros con mejores
humanas que necesitaban comerse su carne. técnicas, pero todos conuqueros.
Pero al pasar el tiempo cambió el clima.
Poco a poco se secaron los árboles, entonces
los gliptodontes no encontraron suficientes
vegetales para alimentarse y murieron. Yo me
salvé porque me metí dentro de la imaginación
de un ser humano que escribió esto que están
leyendo. Como a esa persona le gustaba leer
libros de antropología, arqueología y de otras
ciencias interesantes, yo me aficioné a la
lectura y me convertí en antropólogo.
Yo, como antropólogo imaginario e invisible,
puedo decirles que aquellos cazadores de
gigantes tuvieron que abandonar el lugar
cuando desaparecieron mis parientes. Se
fueron a caminar por distintos lugares y
aprendieron a cazar animales más pequeños
y muy veloces: fabricaron armas livianas con
piedras talladas que amarraban a un palo

No hay comentarios:

Publicar un comentario