miércoles, 27 de marzo de 2013

EL INDIVIDUO Y LA SOCIEDAD


Ha llegado la hora de reflexionar seriamente sobre nuestro propio
destino. Las grandes potencias del mundo tienen puestos sus ojos en nuestra
querida tierra latinoamericana.
América es su bocado apetecido y todos quieren saborearlo. América ha
sufrido lo indecible y ama su libertad. América ha conquistado su
independencia en los campos de batalla, la independencia es algo que nos ha
costado mucha sangre.
No negamos que hay hambre en la América Latina; ciertamente que la
hay, pero no es con la violencia como podemos vencer al Monstruo fatal del
hambre y la miseria. No es entregándonos a las hordas bárbaras del Marxismo
Leninismo como podemos resolver el problema del hambre. La violencia no
resuelve nada. La violencia sólo puede conducirnos al fracaso. Necesitamos
paz, serenidad, reflexión, comprensión.
El problema del mundo es el problema del individuo. Las Revoluciones
de sangre y aguardiente no resuelven nada. Sólo mediante la inteligencia
resolveremos el problema del hambre y de la miseria, sólo mediante la
inteligencia podemos salvar a nuestra sagrada tierra. Sólo con la
inteligencia podemos vencer al monstruo del comunismo.
En estos instantes la América Latina está confundida y desorientada,
sabemos que el monstruo Marxista quiere tragarnos pero nosotros no estamos
dispuestos a llevar sobre nuestros cuerpos las cadenas de una nueva
esclavitud. Los indo-americanos somos libres y queremos conservar nuestra
libertad.
La sociedad humana es la extensión del individuo. Si queremos
realmente un cambio radical, si queremos un mundo mejor, un mundo sin
hambre, necesitamos cambiar individualmente, cambiar dentro de nosotros
mismos, alterar dentro de nuestra propia individualidad los abominables
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factores que producen en el mundo hambre y miseria. Recordemos que la masa
es una suma de individuos. Si cada individuo cambia, la masa cambiará
inevitablemente.
La sociedad es la extensión del individuo. Si el individuo es
codicioso, cruel, despiadado, egoísta, etc., así será la sociedad. Es
necesario ser sinceros con nosotros mismos, nosotros, cada uno de nosotros
es malo y por lo tanto y por lo tanto la sociedad tiene que ser mala
inevitablemente. Esto no lo puede resolver el monstruo comunista, esto sólo
lo puede resolver el individuo.
Es urgente acabar con el egoísmo, y cultivar el Cristo-centrismo. Sólo
así podemos hacer un mundo mejor, es indispensable eliminar la codicia y la
crueldad que cada uno lleva dentro, sólo así, sólo cambiando el individuo
cambiará la sociedad porque esta, sólo es la extensión del individuo. Hay
dolor, hay hambre, hay confusión pero nada de esto se puede eliminar
mediante los procedimientos absurdos de la violencia, quienes quieren
transformar el mundo basándose en revoluciones, de sangre y aguardiente o
con golpes de estado y fusilamientos, están totalmente equivocados, porque
la violencia, sólo engendra más violencia, y el odio más odio. Necesitamos
paz, si es que queremos resolver problemas, necesitamos paz si es que
realmente queremos salvar a AMÉRICA LATINA.
NO SE DESHACEN LAS TINIEBLAS A MANOTAZOS. SINO TRAYENDO LA LUZ.
TAMPOCO SE DESHACE EL ERROR COMBATIENDO CUERPO A CUERPO CON ÉL, SINO
DIFUNDIENDO LA VERDAD, SIN NECESIDAD DE ATACAR EL ERROR. TODO CUANTO LA
VERDAD AVANCE. TODO ESO EL ERROR HABRÁ DE RETROCEDER, NO HAY QUE RESISTIR
AL MAL SINO PRACTICAR INCONDICIONALMENTE EL BIEN Y ENSEÑAR SUS VENTAJAS POR
LA PRÁCTICA, ATACANDO EL ERROR PROVOCAREMOS EL ODIO DE LOS QUE YERRAN, Y
ASÍ DE EQUIVOCADOS LLEGARÁN A HACERSE MALOS.
ATACANDO EL MAL PROVOCAREMOS EL RENCOR DE LOS MALOS, Y ASÍ LOS MALOS
SERÁN PEORES.
Lo que necesitamos es difundir la luz para disipar las tinieblas.
Es urgente analizar los principios fundamentales de la dialéctica
marxista y demostrarle al mundo la tremenda realidad de que estos no
resisten un análisis, son pura sofistería barata. Hagamos luz si es que
queremos vencer a las tinieblas, no derramemos sangre.
Ha llegado la hora de ser comprensivos.
Se hace necesario estudiar nuestro propio yo si es que realmente
amamos a nuestros semejantes, es necesario comprender que sólo acabando con
los factores del egoísmo y la crueldad que cada uno de nosotros lleva
dentro, podemos hacer un mundo mejor, un mundo sin hambre y sin temor.
La sociedad es el individuo. El mundo es el individuo. Si el individuo
cambia fundamentalmente, el mundo cambiará inevitablemente.
La América está en grave peligro y sólo transformándonos radicalmente
como individuos, podemos salvarnos y salvar a la América.

SAMAEL AUM WEOR
CRISTO SOCIAL 1961

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